domingo, 8 de septiembre de 2013

Nota 4 a 40 años del día maldito



11 de septiembre.........
 
Hoy me recordaba cuándo, apenas reiniciadas las clases, en un clima totalmente militarizado, de miedo y terror, me llamarón donde el Inspector General del Instituto Nacional para notificarme de mi expulsión por "dedicarme a actividades que dañaban la imagen del liceo". Hasta esa fecha nunca había tenido anotación alguna en el "libro de vida" y si bien era Presidente de Curso y simpatizaba con el FER, a la vez era un buen estudiante y tenía excelentes notas. Sería mi apellido la causa de tan drástica medida?
 
A los pocos meses abandonaría el país, acompañando a mis padres y a mi hermana rumbo a Austria (a mi madre la procesaba la FACH y a mi padre el Ejercito), pasando a ser uno más de los "becados por Pinochet" como acostumbra a decir el Embajador de Piñera en Viena, riendose del dolor de los exiliados.
 
Ya algunos de mis tios habían tenido que abandonar el país, otros eran buscados, una gran cantidad de ellos estaban como "prisioneros de guerra", los hogares de mis ti@s y prim@s eran permanentemente allanados y todos ellos atormentados, en el "mejor de los casos", sicológicamente.
 
Habrán olvidado mis primos chicos, alguos ellos como Pancho y Enzo de apenas dos años, la violencia empleada por la soldadesca traidora, el trato indigno en contra de mis tias, mi abuela y mi madre? Se pueden perdonar los fusiles en la espalda, los gritos, los empujones y golpes a mujeres indefensas y niños asustados?
 
Podremos olvidar, los que estabamos un poco más grandes, (de 13 y 14 años) cuando eramos los acompañantes "adultos a la fuerza" de mi abuela o mi madre buscando a tios y prim@s presos que no aparecian en los listados de detenidos reconocidos?
 
Todavía veo a mi madre y a mi abuela frente a la Penitencieria, a mi padre frente al Estadio, buscando esperanzados, con lágrimas en los ojos, de esas lágrimas que duelen y queman, producto de la impotencia y de la rabia, sin pensar que ellos mismos corrian peligro!
 
Cómo olvidar cuando los "amigos de ayer" cambiaban de vereda para no enfrentar la mirada digna de mi abuela?
 
Cómo olvidar a quienes nos negaron la ayuda, el refugio salvador, bajo Toque de Queda y Estado de Sitio, con los Jeeps y camiones militares patrullando las calles, disparando a diestra y siniestra para atemorizar, allanando poblaciones, acabando con la Vida! ?
 
Y cómo olvidar las caras de personas que, asustadas y todo, te decian en la calle "fuerza chiquillos, ya va a pasar esto. La familia va a salir adelante"?. Y se alejaban rápidamente. Quizas en ese momento no lo lograba dimensionar. Hoy, y tomandole el peso al clima de terror, al miedo colectivo, me doy cuenta de que nunca se estuvo solo.
 
Podrán alguna vez mis tios y prim@s mayores olvidar las torturas, la cárcel, las vejaciones sin nombre, y que ni siquiera quiero nombrar, de las que fueron víctimas? Me siento orgulloso de cada uno de ell@s, porque resistieron con dignidad el horror, porque no se doblegaron ante el terror, porque nunca lograron derrotarlos!
 
Toda esa firmeza, todas esas lágrimas que dejaron surcos en las mejillas, son las que permiten decir.....
 
Ni olvido ni perdón!
 
Nada ni nadie está olvidado!
 
Ya nuestro Presidente Allende lo dijo "....más temprano que tarde, de nuevo se abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre para construir una sociedad mejor". Si miramos ek Chile de hoy nos daremos cuenta que, si bien lentamente, se está poniendo de píe.
 
El sueño de Julio, Mario y Tito, de Pelluco y Marta, de Aquiles y de todos y cada uno de nosotros, se hará realidad.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Eric:

Como no compartir contigo eso de que "No puede haber ni perdón ni olvido"
A los traidores, zafios y cobardes con y sin uniformes no se les puede olvidar pues la mayor parte de sus asesinatos, desapariciones y torturas siguen estando impunes. Y como olvidar a quienes, comenzando por Allende, defendieron a costa de sus vidas, sus familias la libertad, la justicia y el honor de un pueblo que intento un camino que lo sacará del oprobio y la miseria.
Tampoco puede haber perdón ni olvido para los que habiéndose dicho"hombres y mujeres de izquierda" hoy y desde hace más de 20 años comulgan, profitan y disfrutan de la herencia de la dictadura