Hay
momentos en la vida en que las palabras no logran expresar la
profundidad de los sentimientos, suenan como a demasiado formales.
"Mi más sentido pésame", "lo siento",....con ello no conformamos a
quienes están sufriendo, llorando, gritando la partida de un ser
querido.
Y sin embargo lo hacemos, no por diplomacia ni por un "cumplir con el triste deber", sino que por que esa pena es compartida, sentida dolorosamente por quienes fueron -y serán siempre- sus amigos.
Hoy me imagino el dolor de su familia y les hago llegar todo mi cariño y
el abrazo solidario y fraterno. A la vez, siento el dolor que embarga a
Leila, para quien Ani fue mucho más hermana que lo que yo he sido con
ella. Fue su amiga y confidente, su hermana y comadre, apoyo leal,
confesora y consejera, su amiga en las buenas y en las malas por 35
años, tiempo que ahora continuará por toda la eternidad.
Ya no la
podré hacer reir contándole tonteras para subirle el ánimo, ni nuestras
conversaciones en el Facebook podrán continuar. Cierto es que ya no nos
encontraremos en actividades y peñas.......Pero ella estará ahí, junto a
todos nosotros, en el día a día y cuándo llegue el hermoso momento del
día de la victoria final.
La muerte cree que ha ganado, se equivoca!
Aquí quedan tus semillas, que crecen transformándose en maravillosos
árboles robustos.
Descansa en paz Anita Maria,
nosotros............nosotros tus amigos de casi toda una vida, nos
quedaremos con la tristeza de tu partida, caerán lágrimas, respiraremos
profundo y ya más tranquilos te recordaremos riendote y nos volveremos a
contagiar de esa risa sincera porque.....
"Es tu risa la espada más victoriosa. Vencedor de las flores y las alondras."
Descansa en paz querida amiga.