miércoles, 10 de mayo de 2000

Carta Despedida a Mario Palestro





Querido Tío.
No nos alcanzamos a ver de nuevo. Te fuiste sin que nos pudiéramos abrazar, llorar un poco juntos, escuchar un "tanguito" y tomarnos un trago (o más de uno) de nuestro vino tinto chileno.

Cuanto más podríamos haber aprendido de ti, de tus ideas, de tu cariño por nuestro pueblo, de tu consecuencia como hombre y como político, de tu cariño por ese Partido que te alejó de su seno, pero que llevaste siempre en tu corazón.
Cuántas veces hemos conversado contigo, a solas, en nuestros pensamientos, en nuestros sueños? Ahí, solos, tú con cada uno de nosotros, te hemos preguntado si estamos en lo correcto o no, que qué harías tú en nuestra situación. Si, somos porfiados, pero eso es mal de familia y a veces vale la pena llevar la contra cuando se trata de algo fundamental.
Como vemos reflejadas tus aspiraciones y tus sueños en nuestros hijos y en nuestros nietos y en los hijos y nietos de miles de chilenos, que si hoy pueden reír, jugar y soñar con un futuro, es porque hombres como tú lo hicieron posible.

Qué te podemos decir, nuestro viejito lindo? Que nos vas a hacer una falta inmensa, que vamos a vivir con el dolor de no habernos alcanzado a despedir de ti, de no haberte podido contar las ideas locas y los sueños fantásticos, de no haberte mostrado las fotos de los nietos, de Melanie, la más chiquita de esta gran Familia, para que sintieras la alegría de saber que los Palestro cada vez somos más y que nos sentimos más y más orgullosos de este apellido que llevamos.

Ahora te vas a reunir con el Tata Julio, con tío Tito, con tía Marta, el tío Bicho y todos los otros Palestro que nos dejaron hace ya tiempo atrás. Tú eras el último de esa generación de luchadores, ahora el vacío se hace más grande, la pobreza espiritual se agranda. Ya no estará tu voz para gritarles en su cara a los reaccionarios y a los oportunistas las cosas por su verdadero nombre, ya no estarás para indicarnos un camino de dignidad y de justicia. Si hasta un "Viva Chile Mierda" nos va a sonar distinto.
Pero tus ideas quedan, pese a todo aún hay muchos que siguen compartiendo las ideas de la solidaridad, la justicia y los derechos humanos y que, desde distintas y a veces muy disimiles trincheras, siguen luchando por hacer todo eso una realidad.
Qué te podemos decir tío querido, si tenemos los ojos llenos de lágrimas y los sollozos apenas nos dejan respirar?........ Si quisiéramos gritar que la vida es injusta porque se lleva a los buenos y lo malo sigue respirando. Qué te podemos decir..........?
La vida sigue y mientras exista ese "rumor de cadenas" del cual hablaba Barreto habrá que seguir luchando. Por ti y por los que ya antes habían partido, pero por sobre todo, por los que quedan y siguen llegando. Por algo somos Palestro y como en los "Cien años de Soledad" no nos queda otra.
Querido tío, reciba un abrazo grande de sus sobrinos que lo quieren y lo recuerdan.