A 25 años exactos desde el fin del Muro de Berlin y de esa mascarada,
mal chiste para muchos, horror para miles, mal llamada "socialismo
aleman".
Para quienes lo "gozaron", como fieles vasallos y
complices, tal vez les traiga "duros" recuerdos (se quedaron sin la
"teta"), pero para millones fue el momento supremo de la libertad.
Si algo nos enseñó esa mal llamada RDA (lo único de "democrática" era la
D en sus siglas), es que el SOCIALISMO sin libertad no existe, que el
socialismo es una obra colectiva pero voluntaria, en donde no pueden
haber estamentos que posean la verdad absoluta, en donde la crítica no
sólo debe estar permitida sino que debe ser necesaria y hasta casi
obligatoria, en donde la existencia de un "Partido Único" es algo
intrinsicamente perverso, suplantador de la voluntad de las masas
populares y negación del proyecto liberador y primera y verdadera
traición a la utopía socialista.
La RDA no fue el producto de una
"revolución popular" sino que fue una anexión política que heredó y
multiplicó, perfeccionado muchos, los errores de la URSS.
Fue un estado
represor, en donde a miles de nazis los convirtieron en comunistas por
decreto, un lugar donde se mostró una de las caras más horribles del
stalinismo; el soplonaje, las cárceles, vejaciones y torturas sin
nombre, una STASI omnipresente y omnipotente, que decidía desde la plaza
en la Guarderías Infantiles hasta el puesto en la universidad, la
mantención de la plaza de trabajo o la obtención de un departamento. Un
estado regido por una camarilla burocrática, ultraconservadora y
corrupta.
En lugar de construir el socialismo se construyó una gran
cárcel que desprestigió el proyecto y la utopía socialista por decenios!
Por eso hoy recuerdo a otra alemana, a una verdadera revolucionaria
socialista, a Rosa Luxemburgo, que dijo una máxima de la construcción
socialista que JAMÁS puede y debe ser olvidada.....
“La libertad
solamente para seguidores del gobierno, solamente para miembros de un
partido - por más numeroso que fuere - no es libertad. La libertad
siempre es libertad de quienes piensan distinto. No por el fanatismo de
la 'justicia', sino porque todo lo vital, lo curativo y depurativo de la
libertad política depende de este carácter, y su efecto falla cuando la
'libertad' se convierte en un privilegio”.
Y si de algo podemos
estar orgullosos los chilenos de izquierda es que Allende si lo entendió
muy bien, por eso habló de un socialismo a la chilena, un socialismo de
construcción plural y colectiva (para aclarar dudas, me refiero a
Salvador Allende, al grande, al héroico, al lider, no a esos "otros", en
su gran mayoría pobres, simples y hasta lamentables alcances de nombre y
mucho menos a quienes se sienten llamados a ser "grandes estadistas",
aun al precio de la traición a los principios y a la destrucción de un
partido con historia y compromiso).
Centenares de socialistas asi lo
entendieron, Miguel lo veia asi, Ambrosio, los Palestro....
Esos que hoy se autodesignan "herederos" no alcanzan ni a dar lástima. Pena o compasión no la merecen!