lunes, 29 de diciembre de 2014

Cuando una nieta o nieto te mira

Cuando una nieta o nieto te mira de ésta manera, como diciendo "abuelo, te quiero mucho", entonces todo, absolutamente todo, pasa a tener una importancia secundaria.
Son estos momentos los que muestran con toda su fuerza lo magico que tiene la VIDA, la real, no la de farándula, sino esa que vivimos el 99% de los seres humanos.
Una vida "llena de cototos" y que por lo mismo nos permite sentirnos felices ante una sonrisa, una caricia, una palabra!
La vida se ha portado bien conmigo, tengo a mis padres vivos, tengo a mis tres hijos de los cuales estoy orgulloso, a mis cuatro hermosos y querendones nietos. He "ganado" hijas y tengo un par de amigos. SI, solo un par de amigos, pero de esos que están en las duras y las maduras con uno.
Además, tengo muchos hermanos, los de la misma Utopía, esa misma lucha. Esos son mis "hermanos de verdad", ya que con ellos quisimos, queremos y seguiremos soñando con "tomar el cielo por asalto!" (que porfiados dirán algunos, que "desfazados" los más incrédulos).
En lo material.........mis muebles son cajas de cartón ("muebles ecuatorianos" les llamo yo), tengo una cama inflable (pero de dos plazas!), no tengo auto, no hago vacaciones y estoy desde siempre, "condenado" a trabajar para ganar el pan que comemos.
He perdido todo más de una vez; trabajo y comodidades y rechazado "jugosas pero inmorales propuestas".
He intentado formar sindicatos en contra de patrones y "dirigentes" amarillos, he tratado de generar conciencia donde ni siquiera la palabra podía pronunciarse.
He sido de los que creen que hay momentos para la "crítica de las armas" y otros "para el arma como crítica".
He comenzado decenas de veces de cero. Pero ni me he "apitutado" ni he faltado a los principios.
Tengo una compañera de esas de verdad, que comete las mismas "locuras" que yo y cree en esa utopía que perseguimos por decenas de años, aunque lo único que logremos sea hacer un poco de gimnasia!
Si lo miramos criticamente, tengo entonces más que muchos!
Por eso, esa mirada de mi nieta menor me llena de orgullo, quizas por que creo que me está diciendo "te quiero porque eres un porfiado".
Y si algo quiero entregarle a mis hijos y a mis nietos es la rebeldía permanente, un alma subversiva, crítica e inconformista!
Si logro un poquito de eso, me sentiré contento, habré cumplido!