A veces a uno le da por recordar cosas, hechos, situaciones, a veces
dolorosas, sin saber realmente la razón, por qué se te vienen a la
memoria.
Me recuerdo hoy muy nítidamente de un día, a mediados de
septiembre del 1973: EL Golpe de Estado estaba ahí, al igual que el olor
a traición y crimen.
Mi abuelo, mi Tata, Julio Palestro Rojas, un POLÍTICO
de los que hoy escasean (o sencillamente ya no hay), se encontraba
enfermo, aquejado de una diabetes crónica y de una gota que le
atormentaba, vivía los momentos -pocos dás serían- del "militante
clandestino", sin recursos, oculto a los ojos de los que estaban
transformando a nuestra patria en una gran cárcel, en un nmenso
cementerio.
Él no era, nunca lo había sido, un hombre
de la "vía violenta", lo que no lo transformaba ni en un “reformista” y
mucho menos en un "miedoso". Sus armas erán los argumentos, la palabra
clara, la confianza en lo correcto de las ideas que sustentaba, la
fuerza del que se siente parte de una nueva historia nacida de la raíz
misma del pueblo y, por lo mismo, se exponía permanentemente en la
primera línea.
Y esas armas las empleó con todas sus
consecuencias, transformándose en un líder indiscutido y a la vez
respetado y querido, por sus familiares, sus camaradas de partido, el
pueblo sanmiguelino y de la Zona Sur de Santiago e incluso por muchos de
sus “contrincantes”políticos.
Cultura y Acción política unidas en un mismo nombre, ......JULIO;
La toma de los terrenos donde se erigió valiente la Población “La
Victoria”, para darle Techo a miles de pobladores o la creación del
Teatro Municipal y la Casa de la Cultura con las cuales se rompía el
monopolio sobre la cultura ejercido por la podrida "élite" reaccionaria,
estarán por siempre unidas al nombre de Julio Palestro.
Su
labor de Mecenas, su Pinacoteca, su amor por las Artes, su cariño por
su Partido Socialista, por su Seccional 4 de Junio (nombre con historia,
nombre de combate!) y su inalterable confianza en un futuro de
igualdad, de equidad, en un futuro democrático y socialista.....Eso era
Julio Palestro Rojas. Y en ese camino formó a sus hijas e hijos.... ¡Que
orgulloso debe de sentirse al ver que han seguido su ejemplo y lo han
prolongado en el tiempo!
Cierto es que tuvo "suerte", y ésta suerte tiene nombre de Mujer, ¡ANA,
Ana Velásquez! Mujer luchadora, valiente, hermosa y orgullosa. De
sentimientos grandes, grandes como su bondad, como ese cariño inmenso
que día a día, durante años hemos recibido sus nietos (entre otros
muchos).
Pero no crean que ella era “la esposa de….”. ¡
Mi abuela es, antes que nada, ELLA misma! Nunca ha callado, ni por
conveniencia ni por temor. Como no recordar cuando enfrentó a la
soldadesca en las puertas de la Penitencieria o en el Estadio Nacional y
otros Centros de Detención y Tortura, a los que debía dirigirse días,
semanas y meses posteriores al Golpe, buscando a sus hijos, a su
compañero y cuñados, a sus sobrinas y sobrinos…..Mientras otros
callaban, y se negaban,...ella se erguía firme y valiente, sin jamás
dejar entrever el -natural- miedo que podía sentirse ante el desatado
odio de las bestias. Con su inmensa estatura humana, más de una vez les
hizo sentir vergüenza a los mercenarios del Imperio, a los traidores a
su patria y a su juramento.
Al comienzo decía que
recuerdo hoy muy nítidamente aquel día, a mediados de septiembre del
1973 en que mi abuelo pasaría a ser un prisionero más de la dictadura.
Me despedí de él en el patio de una casa de“ayudistas” (familiares de mi
padre. para ser fieles a la verdad) en San Miguel. El me entregó como
recuerdo una cajita en donde el guardaba su sacarina, como queriendo
decir, ya no la voy a necesitar……
Lo abracé, lloré como niño y, a la vez, como hombre en el que -muy prematuramente- me estaban obligando a convertirme. Le decía ADIOS
a mi abuelo adorado, a la persona que ha sido mi guía y con quien todos
los días de mi vida he mantenido un “diálogo complíce y silencioso”, Lo
despedía hacia un futuro incierto. Varios años después lo volvería a ver en Suecia, donde recibió asilo político y vivió sus últimos días.
Cuando un 31 de julio de 1979 comenzó su último viaje, yo meencontraba
al otro lado del planeta, intentando ser fiel a sus enseñanzas. ¡Como me
duele el no haber podido estar junto a él en ese momento!
Al
principio dije que, a veces, a uno le da por recordar cosas, hechos,
situaciones, dolorosas o no, sin saber realmente la razón, el ¿POR QUÉ? se te vienen a la memoria.
Y la razón es tan clara.......
¡Porque no puede haber NI OLVIDO NI PERDÓN!
Asi de simple, asi de sencillo!
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